El perrito negro de una niña se fue, y ella lo echa de menos; le escribe cartas que confía al viento y mientras reza para que su perrito las reciba, dondequiera que esté. La niña vive en un hotel clausurado. Suele recorrer sus habitaciones, llenas de recuerdos de cuando jugaba en ellas con su perro. Dentro hay varios personajes extraños, que le cuentan que en otro tiempo se alojaron en el hotel o que están allí porque recibieron sus cartas. (Editorial)
Incluye ilustraciones del mismo autor.