VV.AA. | cuento
Sin original de referencia
En un país llamado "Juyi" de la zona oeste del Imperio hay, en ciertas montañas, unos camellos de piedra por debajo de cuyas panzas fluye agua, un agua que atraviesa manos y todo recipiente con que se intente cogerla, ya sea de oro o de cualquier otro buen metal: solo con una calabaza ahuecada se la puede coger, y beber: y limpia el cuerpo esta agua de tal modo que lo vuelve a uno inmortal. Pocos son los que han llegado a este país. Estos cuentos reúnen todos los temas del género fantástico universal: cabezas voladoras, cuerpos descuartizados, países maravillosos donde se acoge al viajero con manjares exquisitos y divinas mujeres que le hacen olvidar sus quehaceres durante trescientos años, palmeras que dan melocotones y peras, caballos tan bien pintados que salen de sus cuadros, tiempos paralelos, mundos desconocidos, animales que hablan, magos expertos en metamorfosis, fantasmas aterradores, espíritus, muertos vivientes… en una extraña y bella mezcla de poesía, ironía, fantasía y exotismo. En la China de los seis primeros siglos de nuestra era estos textos estaban fuera de las bibliotecas "serias" por ser "mera ficción", es decir, desdeñables. El propio Confucio decía que "no conviene adentrarse por ahí pues se corre el riesgo de acabar empantanado" en su encanto. ¿Existe mejor definición de la buena literatura? Dentro de la muy larga tradición de la cuentística china, la corriente del «relato extraordinario» tiene sus orígenes, al menos, en el siglo IV a. C., momento desde el cual se ha venido cultivando con extremada riqueza. Tratar de describir en poco espacio su extensión y su diversidad no solo resultaría imposible por los muchos relatos que se agrupan bajo esta etiqueta, sino también por lo multifacético de sus irradiaciones a otras esferas de la cultura china y de otros países, desde la pintura, la ópera o la arquitectura a las grandes novelas extensas de las dinastías Ming y Ching, la novela de artes marciales, el cine y la novela de terror, la poesía o la música. La presente antología abarca desde aquellos primeros albores hasta el siglo XVIII, cuando aparece el gran maestro del género: Yuan Mei (1716-1797), por lo que servirá al lector, además de como puerta de entrada a la narrativa fantástica china, como muestra de la vastísima y detallada información sociológica, religiosa y etnográfica que esta contiene. (Tercera Fundación)
La traducción incluye un prólogo de Yao Ning y Gabriel García-Noblejas.